Mazzarello AbogadosAduana - Impositiva-Comercio Exterior
Acerca de cómo las aduanas enfrentan el coronavirus
Cuando estábamos aprendiendo a vivir en un entorno global volátil, incierto, complejo y ambiguo (VUCA, por su sigla), llegó el Covid-19 para ratificar que estas características del comercio mundial se profundizarán en la era post-Covid que comienza.
En el ámbito aduanero, se impone prepararnos para lo que viene de modo de evitar sorpresas y fortalecer la prevención de problemas económicos y sanitarios.
Hasta el COVID-19, las mercancías y las personas circulaban más o menos bien por las aduanas argentinas; ahora lo hacen en menor volumen y cantidad, pero el control aduanero se volvió más exhaustivo y reforzado porque hay que garantizar que los intercambios comerciales sean seguros en términos sanitarios.
Más aún si se produce en el mediano plazo (como todo indica) una recuperación de los flujos comerciales.
Ello sin contar que la tarea aduanera seguirá abarcando en el futuro inmediato el trabajo a conciencia para impedir el tráfico ilegal de mercancías falsificadas y de especies protegidas, combatir el contrabando de drogas o el blanqueo de dinero, entre muchos otros aspectos del control del comercio exterior.
A la vez, la pandemia ha hecho crecer considerablemente las transacciones de comercio electrónico, que también implican una actualización de los métodos de control aduanero. El e-commerce no deja de ser un tipo de actividad exportadora e importadora y, por lo tanto, debe armonizarse el imprescindible impulso a este tipo de comercio digital -por su potencial creador de nuevos empleos- con el resguardo de la renta fiscal nacional mediante la imposición de tributos aduaneros cuando corresponda.
Controlar el comercio digital no es sencillo porque, además de crecer considerablemente año tras año, por sus características intrínsecas no pueden inspeccionarse documentos ni mercaderías ya que los bienes no cruzan físicamente las fronteras.
A favor del ejercicio de la función aduanera, que la misma innovación y las nuevas tecnologías corren a favor del futuro de las aduanas y, aunque ciertas implementaciones son lentas por su complejidad y gran número de intervinientes como la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCEA, implementada en 2016), ellas contribuirán a mejorar la función de control aduanero en cualquier tipo de transacción comercial de mercancías, bienes, productos digitales o servicios.
Incorporar tecnologías como la blockchain, el análisis big data, el Internet de las Cosas (IoT) o la Inteligencia Artificial a los procesos aduaneros no es ciencia ficción, sino una necesidad inmediata si se pretende insertar a la Argentina en el comercio global que ya está entre nosotros.
Y ese comercio global en esta era post-covid, incorpora factores que tornan más complejo el funcionamiento de las aduanas: las guerras comerciales, la vuelta del proteccionismo y la imposición de barreras arancelarias y para arancelarias no contribuyen a la fluidez en el comercio internacional.
Puede avizorarse sin mayor dificultad que las aduanas del futuro serán más tecnológicas y digitales para poder ejercer el control, la vigilancia y la inspección de cualquier tipo de transacción o intercambio comercial; tendremos aduanas virtuales que, más que examinar físicamente una mercancía, ejercerán un control documental exhaustivo de la operación por medios electrónicos.
Para ello deberá reasignarse el personal aduanero a conseguir la información, trabajarla y cruzar los datos, además de almacenarlos e interpretarlos para que el comercio internacional sea más justo y fluido para nuestro país y que las fronteras no sean un punto de conflicto o fricción.
Asimismo, será imprescindible ampliar el alcance de regímenes que facilitan el control aduanero mediante la trazabilidad total de las operaciones y a la vez estimulan la actividad comercial como el de OEA (Operadores económicos autorizados, antes denominados confiables en la aduana de Argentina), permitirán equilibrar la función aduanera entre el control y la facilitación del comercio, ambos aspectos necesarios para la recuperación de la actividad económica nacional en forma segura.